Un líder, a menudo, muy a menudo, suele formar equipos con empleados que reafirmen su propia opinión. Craso error, puesto que una buena dinámica de grupo no tiene porqué verse afectada por opiniones contrarias a la corriente mayoritaria. En realidad, un buen líder debería saber como sacar a los miembros de su grupo de su zona de confort. ¿Cómo hacerlo?
- Buscar las opiniones disconformes
Los líderes no deben hacer preguntas del tipo “¿Quién está de acuerdo con esta forma de actuar?” o “¿Quién apoyan este punto de vista?”. Por el contrario, debería hacer preguntas del tipo “¿Quién cree que no estamos haciendo lo correcto, que estamos equivocados?”. Sería bueno recordarle a los miembros del equipo que no tienen porqué estar de acuerdo en todo, que la dinámica es para que cada cual aporte datos y decisiones que ayuden al grupo a tomar las decisiones correctas
- Crear la discrepancia por defecto
El líder debería de fomentar el debate durante las reuniones de grupo, invitando a sus miembros a exponer puntos de vista opuestos. Y es que las opiniones divergentes (algunas de ellas) tienen el efecto de enriquecer los proyectos
- Identificar a los disidentes valientes
El líder debe asegurarse de que su equipo está formado por personas que se atreven a expresar sus opiniones, preocupaciones y recelos. Toda vez que el resto del grupo ve que estos valientes se atreven a expresar sus opiniones -y que no pasa nada- el resto del grupo se animará a seguir el ejemplo.
Con información de Óscar Garzón de www.lidermap.net
Sin comentarios