Sara Paretsky escribió sobre la subestimación como un patrón, una secuencia de comportamientos de manera periódica, que han creando un ciclo predecible que se ha extendido a lo largo del tiempo.


Sara Paretsky, nació en 1947 y es una reconocida escritora estadounidense de novela negra feminista, famosa por crear a la icónica detective privada de Chicago, V.I. Warshawski. Se le atribuye la transformación del papel y la imagen de las mujeres en este género literario. 

La subestimación es una de las herramientas más fiables que se usan contra las mujeres, porque es silenciosa, negable y socialmente aceptable.

Por ejemplo, escribió, cuando los hombres juzgan mal a las mujeres, se presenta como un descuido y no como un sesgo. Y cuando las mujeres protestan, les dicen que están exagerando.

Paretsky construyó todo un universo literario alrededor de este mecanismo.

A través de su detective V. I. Warshawski, mostró cuántas veces el peligro empieza con la incredulidad.

Warshawski sobrevive no porque los hombres la respeten, sino porque no la ven venir. Confunden la seguridad con un farol. La competencia con una actitud. La autoridad con una molestia.

Ese error de cálculo tiene consecuencias.

Paretsky entró en un género dominado por protagonistas masculinos y fantasías de poder masculinas. Una detective dura era considerada irrealista, poco vendible e innecesaria. Ella escribió una de todos modos. Y los lectores reconocieron la verdad de inmediato.

Lo que este mensaje nombra no es arrogancia. Es estrategia.

La subestimación crea puntos ciegos. Baja las defensas. Anima a los hombres a hablar sin filtro, actuar con descuido y asumir un control que no se han ganado.

Las mujeres que son subestimadas a menudo están observando de cerca, aprendiendo los sistemas desde dentro, preparándose para moverse cuando llega el momento.

Por eso la reacción es tan fuerte cuando las mujeres triunfan. Porque el éxito deja al descubierto el error original.

La idea de Paretsky perdura porque explica algo que muchas mujeres viven a diario. Ser pasada por alto no siempre es una debilidad. A veces es la razón que hace posible todo lo demás.

Los hombres subestiman a las mujeres porque el sistema les enseñó a hacerlo. Las mujeres sobreviven porque aprendieron a moverse alrededor de eso. Y, a veces, a voltearlo en su contra.