Una vez que llega el solsticio de invierno puede considerarse el verdadero cierre del año, dando paso al comienzo de nuevas oportunidades.

Ese día, no es precisamente para exigirte cambios, es un día para escuchar, qué pide ser soltado y qué quiere empezar a moverse, el solsticio de invierno es un poderoso recordatorio de que incluso en la mayor oscuridad, la vida y la luz siempre regresan, ofreciendo un espacio para la transformación personal.

Por eso a veces, basta una acción diferente para que algo nuevo empiece.

El solsticio de invierno espiritualmente simboliza el renacimiento, el triunfo de la luz sobre la oscuridad, el fin de un ciclo y el inicio de uno nuevo; un momento para la introspección, soltar lo viejo y plantar semillas para el futuro, representando la renovación de la esperanza y la vida que renace tras el reposo, conectando con el equilibrio cósmico y los ciclos de muerte-transformación-renacimiento. 

Significado espiritual

Marca el día más oscuro, pero también el punto donde el Sol comienza su regreso, simbolizando un nuevo comienzo y la renovación de la esperanza, la vida y la divinidad.

Respecto al cierre de ciclos, es un momento oportuno o ideal que invita a la introspección profunda para soltar emociones, apegos o situaciones que ya no sirven, limpiando el terreno para nuevas intenciones. Esto relacionado también con el fin de año.

También es un momento de puro potencial para soñar y sembrar las metas futuras, como la Tierra que guarda la vida en su interior, un tiempo para descansar y prepararse.

Por otra parte, representa el triunfo de la esperanza y la fortaleza sobre las sombras, un evento celebrado por muchas culturas antiguas.

Por estás razones es considerado el momento idóneo para cerrar ciclos, renovar energía, trabajar las emociones que nos estancan en lo familiar, los negocios y en cualquier aspecto que te haga sufrir, angustiarte, que trunca tu éxito y bienestar. Este momento de la naturaleza, este ciclo, nos ofrece  conectar, proyectar, intencionar y comenzar para lograr las metas y sueños que tenemos planeados.