El 73 % de abusadores infantiles están en la familia por esa razón; llaman a reforzar prevención en época navideña, porque el riesgo de que los niños o adolescentes vivan este tipo de agresiones puede incrementar hasta un 40 % durante las fiestas decembrinas.
Ante este terrible panorama, Infancia Libre de AbusoSexual (ILAS) y MADE promovieron la campaña “Navidades Inolvidables”, que contiene un fuerte mensaje para romper el silencio y exigir una temporada decembrina segura para todos los niños.
Los abusos incrementan durante las celebraciones de estas fechas, muchas veces, durante las reuniones sociales muy extendidas; por el consumo de alcohol y drogas durante las festividades en un solo lugar, la congregación de muchos miembros de la familia nuclear y extendida en espacios reducidos e incluso para pasar la noche, y el compartir cuartos con personas con las que normalmente no se convive.
Nos sentimos tan en confianza porque estamos con nuestra gente más cercana, la que más amamos, que de manera inconsciente disminuimos la supervisión, por lo tanto eso no debe suceder, la supervisión frecuente es algo que debe hacerse.
Un factor adicional en esta época vacacional es el aumento del tiempo que pasan las infancias frente a un dispositivo electrónico, pues el abuso no siempre implica contacto físico. El riesgo que existe en línea es un riesgo real, alerta, y también es un abuso. Si no está supervisado con controles parentales y configuraciones sobre el tipo de contenido al que pueden acceder, es aún más riesgoso.
Está demostrado que el hecho de que los niños consuman pornografía los pone en riesgo tanto para ser abusados sexualmente, porque empiezan a tener conductas hipersexualizadas que no van acorde a su edad, como también para que ellos corran el riesgo de dañar sexualmente a alguien, porque replican estas conductas que están viendo.
Es importante destacar que en la actualidad 60 % del material de abuso sexual infantil, llamado pornografía infantil, es autogenerado, es decir, las propias infancias y adolescencias se toman fotografías y videos y los comparten a alguien con quien piensan que tienen una relación afectiva en línea y que después les chantajea con hacer más cosas o involucrar a otras personas de su edad.
Datos recabados por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), los registros de lesiones 2010-2023 de la Secretaría de Salud demuestran que en los hospitales de México se atendió por violencia sexual a 9 mil 802 personas de entre 1 y 17 años durante 2023, un incremento de mil 155 % en el transcurso de ese periodo.
Esta cifra, significa, además, que ese año ha sido el segundo con mayor incidencia desde que se tiene registro, lo que también duplicó el promedio anual de poco más de 4 mil casos entre 2010 y 2023.
Las principales víctimas de violencia sexual entre 1 y 17 años son mujeres: el 92.3 % de las niñas, niños y adolescentes que son atendidos por ese tipo de agresiones.
La Redim resalta que el principal sitio donde ocurren agresiones sexuales contra niñas y adolescentes es una vivienda, con un 75.1 % de los casos a nivel nacional que ocurrieron en ese sitio. En tanto, tres de cada cuatro casos de violencia sexual corresponden a personas de entre 12 y 17 años.
Por otro lado, otro tema que, de acuerdo con ILAS, a veces no viene a la mente o resulta incómodo es cuando existen adolescentes que están conviviendo con niños mucho más pequeños, porque es una edad en la que surgen impulsos sexuales que no siempre se pueden controlar o manejar adecuadamente, por lo que la falta de supervisión, pueden ser propensos a querer explorar su sexualidad “con quien esté a la mano”.
¿Cómo reforzar la prevención al abuso infantil en la época navideña?
ILAS propone cinco acciones fáciles y con alto impacto, para reducir el riesgo de abuso sexual infantil:
- La primera es garantizar que las infancias tengan un espacio separado para dormir, lo cual no implica tener espacios más grandes o más recámaras, sino que si no pueden estar en un espacio solos y deben compartir con los adultos, es mejor que duerman en un espacio público, como la sala, a la vista de todos. La mayoría de los abusos ocurren a puerta cerrada. También deben respetar los espacios de intimidad y de privacidad de los niños, por ejemplo, no permitir que un adulto entre al baño donde está un niño y que no se conviva a puerta cerrada con una sola persona adulta.
- La segunda es tener controles parentales y supervisar las interacciones de las infancias en línea. Aunque puede ser incómodo invadir su privacidad, la organización hace énfasis en dos aspectos importantes: Cuando las personas menores de edad usan dispositivos, la responsabilidad es del adulto. Ellos no son dueños del aparato por lo que en cualquier momento es posible revisar el dispositivo electrónico, aunado a que los controles parentales también deben estar en los dispositivos de los adultos si están acostumbrados a prestarlos a las infancias.
- Otra de las acciones es supervisar a los adolescentes cuando comparten áreas de juego con niños más pequeños y procurar que esas áreas estén a la vista de todos, y explicarles que juegos con demasiado contacto físico no son recomendables con personas que son mucho más pequeñas.
La comunicación es otra de las acciones de prevención que proponen:
Antes de acudir a las fiestas o celebraciones, reforzar con las infancias sus conocimientos sobre los límites corporales, y ofrecer poner los límites por ellos si la o el niño no tiene la confianza.
Así de importante como es hablar con los niños, es igual o más importante que hablemos con los adultos, porque no le podemos dejar esta carga de autocuidado a los niños.
Expresar abiertamente cuáles son los límites a la convivencia y al respeto a la privacidad, así como no obligar a saludar con besos y abrazos.
Además, explicitar el tema y las medidas puede contribuir a que si hay algún abusador presente, sepa que las infancias están informadas sobre la prevención y los límites, y puede ayudar a disuadir.
Otra recomendación es que haya dos voluntarios de observancia sin alcohol en las fiestas y convivencias, o que se turnen para ser los principales responsables de la supervisión. Es importante que sean dos porque muchas veces el abuso ocurre justamente con el pretexto de ir a revisar qué están haciendo o cómo están las infancias.
Aunque puede ser muy incómodo hablar de abuso sexual infantil y sobretodo en estas fechas donde lo que debería prevalecer es el respeto y el cuidado de la integridad de las infancias, es preciso y urgente hablar sobre este tema de violencia sexual, abuso y evitar o eliminar ese pretexto de sentir que en nuestra casa no pasa eso o que a nosotros no nos va a pasar, porque más vale prevenir.
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