Hay excepciones en las que específicamente no debemos excentarnos del problema. Por ejemplo, ya lo dijo hace muchos años, en algún lugar de la mancha Miguel de Cervantes Saavedra:

«La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres [y mujeres] .» 

Esta cita aparece en la segunda parte de su obra maestra El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. 

Esta reflexión es pronunciada por Don Quijote a Sancho Panza en el Capítulo LVIII, subraya la importancia suprema que el autor y sus personajes otorgan a la libertad y al honor, considerándolos valores por los cuales vale la pena arriesgarlo todo. 

De lo demás, ante la subjetividad, valdría la pena elegir tener paz.