Para evitar conflictos con tu pareja por culpa de tu familia política, una opción es asumir una postura de sumisión falsa; dos, salir corriendo como si no hubiera un mañana o bien tomar en cuenta las siguientes recomendaciones de las expertas en terapia familiar.
Un estudio de la Universidad de Michigan en Estados Unidos siguió durante 26 años 373 parejas desde el momento que se casaron. Los resultados fueron que las parejas en donde los hombres tenían una relación estrecha con su familia política tenían 20% menos probabilidades de separarse, mientras que las parejas en las que la mujer tenía una relación cercana con la familia política aumentaba un 20% las posibilidades de divorcio.
Es decir, es mejor que los hombres sean cercanos a nuestra familia y mantener distancia con la política.
Lucy Romero, terapeuta de familia y pareja con más de 30 años trabajando en el tema recomienda cómo evitar problemas con tu pareja por culpa de la familia política:
«Cuando los problemas con las cuñadas o los suegros son más graves, hay odio, rencores o envidias, incluso enfrentamientos violentos, la solidaridad debe ser con la pareja y no con la mamá, papá o hermanos».
Nancy Álvarez, Doctora en psicología clínica con maestría y post grados en terapia familiar, de pareja y sexual, sugiere «no le llenes la cabeza de pleitos y chismes a tu pareja, mejor habla sobre lo que te molesta y pídele que te ayude a resolverlo».
Cuando nos casamos, queremos casa, pero no contamos con una suegra que revisa la nevera para ver si a su hijito lo alimentan. A algunos familiares los podemos hacer entender, hablándoles sobre estas conductas que hacen daño, incluso a sus nietos. Pero es muy diferente la cosa cuando los suegros o familiares son tóxicos.
¿Cómo saber si la familia política está haciendo daño?
» Hacen drama por todo. Cada cosa que pasa en la nueva familia, les parece mal.
» Les encanta imponer su opinión. No respetan las decisiones de sus hijos o hermanos, descalifican a los padres y hasta cambian las reglas de la nueva familia.
» Son celosos, criticones y hacen comentarios groseros.
» Suelen ser envidiosos, entrometidos e invasores de los espacios.
» Si tienen dinero, el problema será mayor. Lo usan para manipular a los nietos a su favor, comprándole cosas que los padres no pueden pagar.
Así los abuelos van destruyendo la imagen de los padres como responsables de mantener a sus hijos.
«Quien debe hablar con los padres tóxicos es el hijo o hija de ellos y exigir respeto para su pareja; porque los padres perdonan a sus hijos, pero fácilmente odian a sus yernos o nueras».
Los problemas con las familias políticas terminan fragmentando el vínculo de la pareja, por eso la deben ir a psicólogo para evitar suegras entrometidas y terriblemente protectoras que piensan que has venido a secuestrar a su vástago o suegros que te ven como el enemigo, cuñadas que anulan bodas porque no les gusta la pareja que ha elegido su hermano.
Por último, «a las malas familias políticas es mejor tenerlas lejos, preferentemente en el anillo externo de la galaxia, en el lado más salvaje y junto al planeta Kamino. Pero si no puedes convencerles para que se muden siempre puedes estar preparada para enfrentarte a sus dotes maquiavélicas. Como aceptar que no les caes bien -ni lo harás nunca- es el paso clave para sobrevivir a esta relación».
Las relaciones de pareja suelen ser enturbiadas por la intromisión de la familia política. Contrario a lo que se creía, son los cuñados y luego las suegras quienes contribuyen más a que esa unión se deteriore y dure sólo 10 años en 50% de los casos, explica Lucy Romero, Terapeuta clínica.
También, quienes suelen entrometerse e intervienen de forma negativa, comúnmente será el hermano menor de tu pareja, se sienten dueños de él(ella) y con el derecho a decidir su vida. Los celos excesivos, pueden llegar a ser enfermizos, y pueden ser una verdadera carga si cuentan con el apoyo, respeto, cariño o temor de tu pareja.
Identificarlo y comunicarlo a tu pareja será lo mejor para buscar una solución.
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