Reyes Vázquez recordó que en un estudio de 2012 se encontró que entre las madres indígenas la lactancia se redujo hasta 6.0%, mientras que entre las madres con altos grados de estudios subió 8.0, lo que ilustra la relación entre información y lactancia.
En México 29% de los menores reciben “lactancia exclusiva” los primeros seis meses, cuando lo ideal es que fuera el cien por ciento, mientras que 30% de los que toman leche materna lo siguen haciendo después del año de vida.
Sobre este último punto, señaló que se discuten pros y contras pues si bien, el aporte de proteínas de la leche materna cambia con el tiempo, sigue siendo una fuente importante de ellas después del año, además de las vitaminas y del calcio.
También se discute el impacto emocional que tiene en los bebés prolongar su lactancia, pues se debate si los hace más seguros o inseguros, anotó.
Reyes Vázquez resaltó que los alrededor de 70 compuestos que contienen las fórmulas lácteas no son competencia para la leche materna, que tiene miles de vitaminas y proteínas.
Por su parte, el director del Hospital Infantil dijo que en el pasado, los niños que no recibían el seno materno tenían los más altos niveles de diarrea, desnutrición y mortalidad, y actualmente “hemos visto una disminución en desnutrición y diarrea pero sigue siendo de los temas primordiales en la salud pública”.
El primer obstáculo que se enfrenta está en la propia familia, porque es común que las mujeres mayores “las abuelitas”, digan que si la leche es más clara es poco nutritiva, pero esto “no es así”.
Otro factor es el médico, y en ese sentido García Aranda recordó que en los años 90, alrededor de 50% del abandono del seno materno se debió a que recetaban fórmulas lácteas contra un tipo de reflujo, que era en realidad un proceso natural de maduración del estómago, anotó.
En tanto, Reyes Vázquez comentó que otros mitos que persisten son que los pechos chicos producen poca leche; o que las madres no deben amamantar si hacen corajes, ya que si bien el coraje reduce la producción de leche, es necesario amantar para estimularla más.
Otro mito que se cree es que tomar atole es muy bueno para producir leche, cuando en realidad tiene el mismo valor nutritivo que el agua, con la diferencia que engorda a las madres.
Con información de Notimex.
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